• Santos católicos que celebran su día el 23 de diciembre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

San Teódulo, mártir, y Santas Maximina, virgen

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Teódulo, mártir, y Santas Victoria y Maximina, vírgenes y mártires

• Natalicios cubanos:

Agramonte Loynaz, Ignacio: -Nació en Camagüey el 23 de diciembre de 1841. Obtuvo el título de licenciado en derecho de la Universidad de San Jerónimo. Mayor del Ejército Cubano en la Guerra de los Diez Años. Murió en acción el 11 de mayo de 1873.

Despaigne Rivery, Manuel: -Nació en Santiago de Cuba el 23 de diciembre de 1853. Se educó en Francia. Al estallar la Guerra de los Diez Años, mozalbete de 15 se incorporó a los revolucionarios, siendo devuelto a su familia. Viajó por Estados Unidos y Europa. En la Guerra de Independencia prestó servicios eficaces: asambleísta en “Yaya”, jefe de Despacho de Relaciones Exteriores y destacado miembro de la Asamblea de Santa Cruz. En la era republicana ocupó los más altas cargos y singularmente Secretario de Hacienda con los presidentes Zayas, Grau San Martín (1933) y Mendieta (1934-36). El coronel Despaigne ha sido llamado en situaciones difíciles y bajo gobiernos de etiqueta distinta al departamento de Hacienda. Vivió austeramente, no obstante haber intervenido en substanciosos empréstitos y manejado millones.

El 23 de diciembre en la Historia de Cuba

• 1945 -

- De la Iglesia Católica en Cuba: Pío XII hace Cardenal de la Iglesia, en la denominación de presbítero, a Monseñor Manuel Arteaga Betancourt, a quien se le asigna el templo de San Lorenzo in Lucina.

• 1895 -

- La Invasión Libertadora en Matanzas: Avanza de Herrera (distrito de Cárdenas) a Sumidero (Cárdenas), en total 7 leguas recorridas.

- La Invasión Libertadora del 23 de diciembre por José Miró Argenter.

• 1824 -

- Real Sala del Crimen y los Soles y Rayos de Bolívar.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 721-722 nos describe los acontecimientos del 23 de diciembre de 1824 en la Historia de Cuba:

   “Francisco Dionisio Vives tuvo conocimiento de la conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar desde que ocupó la Capitanía General. Utilizó en seguida agentes secretos que, organizados independientemente y en íntimo contacto con los hombres de más ascendiente de los Soles y Rayos de Bolívar, inquirían y aun presenciaban cuanto se preparaba. El Capitán General y sus auxiliares secretos creyeron que el intento revolucionario estaba consolidado, y en agosto de 1823 comenzaron las prisiones y persecuciones contra los que aparecían comprometidos.

   “Fueron conocidos los nombres y el signo de los conjurados y perseguidos todos éstos, desde el intrépido habanero José Francisco Lemus hasta el poeta José María Heredia. Algunos quedaron presos. Otros se fugaron. Las delaciones y las proclamas y demás piezas de convicción metieron a más de seiscientas personas en el proceso. El caso resultaba grave -el Fiscal llegó a declarar que la conjuración tenía ramificaciones en toda la Isla-, y de él conoció un tribunal especial. Se le llamó Real Sala del Crimen, y lo componían togados procedentes de la audiencia de Puerto Príncipe. Su instalación se efectuó con extremado aparato, rayano en solemnidad, ofreciendo marcado aspecto de institución inquisitorial.

   “Las actuaciones en torno a la conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar parecieron interminables, dilatadas de incidente en incidente. Mas no faltaron en ellas destellos de luz. Provinieron de la actitud del fiscal Francisco R. Hernández de la joya. Pocos representantes del ministerio público supieron en Cuba evidenciar como el la posesión de un alto sentido jurídico. Luego de buscar el cuerpo del delito, de fijarse en cuantas pruebas habían concurrido a dar carácter tenebroso a los proyectos revolucionarios y de significar que aparecían más de seiscientas personas abrigándolos, no tuvo inconveniente en solicitar el sobreseimiento de la causa, fundando su dictamen en consideraciones elevadas. El merecido castigo se tornaría en crueldad -aseveraba el Fiscal- en extendiéndose a un muy crecido número de personas, y la pena, solamente justa para el bien público a que se dirigía como tratamiento de defensa social, produciría entonces, en vez de provecho, daño irreparable.

   “La aparatosa Real Sala del Crimen no atendió la petición fiscal. No impuso pena de muerte alguna, pero tampoco dictó el auto de sobreseimiento indicado por Hernández de la joya. Por sentencia de 23 de diciembre de 1824, en efecto, vecinos de Guatao, San Antonio de los Baños, Güira de Melena y Hanábana fueron condenados, ya a confinamientos, ya al pago de multas onerosas. La vasta conspiración de los Soles y Rayos de Bolívar se extinguió de esta manera, sin dejar huellas luminosas para el cubano ni enseñanzas prácticas para la Metrópoli, incurable en errores y excesos.”

• 1778 -

- De las “Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana” Tomo I 1550 - 1565, Con un prefacio y un estudio preliminar por Emilio Roig de Leuchsenring, Municipio de La Habana, Administración del Alcalde Dr. Antonio Beruff Mendieta, editada en 1937, página 40.

   ...“Una Real Orden de 23 de diciembre de 1778 prohibió a los americanos y españoles residentes en América que "estudiasen, observasen y escribiesen sobre materias relativas a las colonias".”...