• Santos católicos que celebran su día el 10 de diciembre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Nuestra Señora de Loreto, San Melquiades y Santa Eulalia de Mérida, virgen y mártir

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Nuestra Señora de Loreto, San Melquiades y Santa Eulalia de Mérida

• Natalicios cubanos:

Crespo Moreno, Arcadio: -Nació en Caibarién el 10 de diciembre de 1846 y muere en Remedios el 18 de septiembre de 1931. Es un campesino sencillo, el puro hijo del agro cubano. En 1869 se incorporó a la revolución con varios de sus hermanos y parientes. Realizó las hazañas más inauditas, el primero frente a las balas, el realizador de la tarea imposible que acomete con naturalidad y espontaneidad como si se tratara de la más baladí... La muerte respetó tanto valor y heroísmo. En cada uno de los mil combates a que asistió aquella le rodeaba: pero Crespo fue más fuerte que la muerte y la dominó. Llegó al final de la Guerra de los Diez Años y de la Chiquita: había alcanzado el solo grado de Comandante, ¡que también la escala de las jerarquías es más empinada y difícil para los de abajo!

Lisiado y pobre se estableció en Remedios. Se hizo maestro de los chicuelos que no podía haberlo. Y los tuvo que lo rondaban y le escuchaban y aprendían. Poco entendía de letras el maestro, pero estaba allí su ejemplo. Y sabía de esa historia efectiva que él mismo había forjado con sus manos nervudas sobre los campos cubanos. Frente a la técnica y la soberbia militarista de los dominadores, sentía toda lo historia que crearon los libertadores, sentía a su patria. Los chiquillos que le rondaban serían cubanos, sabrían el valor moral de la tierra que pisaban... No pudo tomar parte en la guerra del 95 porque la primera lo inutilizó, pero confesó su fe revolucionaria.

El 10 de diciembre en la Historia de Cuba

• 1912 -

- De la Iglesia Católica en Cuba: La Santa Sede crea la Diócesis de Matanzas.

• 1898 -

- Tratado de París.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 695-696 nos describe los acontecimientos del 10 de diciembre de 1898 en la Historia de Cuba:

   “En cumplimiento de lo estipulado en el protocolo firmado en Washington el 12 de agosto de 1898, España y los Estados Unidos designaron los comisarios que habían de negociar y concluir el tratado de paz consiguiente a aquel protocolo, tan estrechamente relacionado con Cuba. La reina regente de España nombró a Eugenio Montero Ríos, Buenaventura Abarzuza, José Garnica, Wenceslao Rapmírez de Villa-Urrutia y Rafael Cerero. El presidente de la Unión, a William R. Day, Cusham K. Davis, William P. Frye, George Gray y Whitelaw Reid. En 14 de octubre, en París, comenzaron su labor los plenipotenciarios. Las conferencias, memorables tanto para Cuba como para los Estados Unidos y España, fueron varias. En 10 de diciembre de 1898 quedó firmado el tratado que, naturalmente, tomó el nombre de París.

   “Los debates de los representantes de España y los Estados Unidos giraron en gran parte sobre Cuba. La personalidad jurídica del pueblo de la Isla en la vida internacional fue punto capital entre los allí discutidos y resueltos. La legislación federal precursora de la guerra entre la Unión y España y el protocolo de paz que puso término a esa contienda habían desconocido la existencia del gobierno revolucionario organizado en la Isla. El poder privativo de la nación cubana tampoco fue tenido en cuenta para las conferencias de París. Sólo España y los Estados Unidos intervinieron en negociaciones que tocaban fundamentalmente a Cuba.

   “El tratado de París, en lo relativo a Cuba, marchó sobre las rutas trazadas por la resolución conjunta promulgada en Washington en 20 de abril de 1898 y por el protocolo de paz firmado en la Casa Blanca en 12 de agosto del citado año. España renunció a todo derecho de soberanía y propiedad en relación con la Isla. Cuba sería ocupada, al evacuarla España, por los Estados Unidos. Estos tomarían sobre sí y cumplirían las obligaciones impuestas por el Derecho Internacional para la protección de vidas y haciendas. La Unión y España libertarían a los detenidos y presos a causa de la insurrección de Cuba. España hizo dejación de los edificios, muelles, cuarteles, fortalezas, establecimientos, vías y demás bienes inmuebles que jurídicamente eran del dominio público en la Isla, así como de los documentos que, referentes a la soberanía renunciada, existiesen en los archivos de la Península. Los habitantes de Cuba tendrían asegurado el libre ejercicio de su religión. Reglas precisas determinaron la tramitación a que debían acomodarse los procedimientos judiciales pendientes en Cuba al canjearse las ratificaciones del tratado. Se consagró el respeto a los derechos adquiridos en materia de propiedad literaria, artística e industrial por españoles en Cuba. Se otorgó franquicia de todo derecho de aduana por un plazo de diez años a las obras españolas científicas, literarias y artísticas.

   “Los compromisos contraídos por los Estados Unidos acerca de Cuba en el tratado de París de 10 de diciembre de 1898 quedaron limitados al tiempo que durase su ocupación en la Isla. Pero los Estados Unidos prometieron aconsejar la asunción de tales compromisos al gobierno que el país antillano estaba llamado a darse.”

• 1895 -

- La Invasión Libertadora en Las Villas: Avanza de Quemado Grande (distrito de Santa Clara) a Manacal (Santa Clara), en total 9 leguas recorridas.