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Escorpión |
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18 de Noviembre |
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En Guanabacoa |
• Santos católicos que celebran su día el 18 de noviembre: |
- En el Almanaque Cubano de 1921: |
La Dedicación de la Basílica de San Pedro y San Pablo en Roma, San Máximo, confesor y Santa Hilda, abadesa |
- En el Almanaque Campesino de 1946: |
La Dedicación de la Basílica de San Pedro y San Pablo en Roma, San Máximo, confesor y Santa Hilda, abadesa. |
• Natalicios cubanos: |
González Gutiérrez, Diego: -Nació en Mantua el 18 de noviembre de 1895. Doctor en Pedagogía. Profesor por oposición de la Facultad de Educación en la Universidad de La Habana, catedrático de Metodología Pedagógica. Publicó varias obras de historia y pedagógicas. |
Rodríguez Lendián, Evelio: -Nació en Guanabacoa el 18 de noviembre de 1860. Doctor en Filosofía y Letras y en Derecho. Catedrático del Instituto de Matanzas y por oposición titular de la asignatura de Historia de América y Moderna del resto del mundo de la Facultad de Filosofía y Letras, de la que ha sido secretario y decano. Rector de la Universidad de La Habana. Director-fundador de la “Revista de la Facultad de Letras y Ciencias”. Presidente del Ateneo y Círculo de La Habana. Amigo del País y académico de la Historia, de la que fue presidente de honor, así como de varias otras corporaciones nacionales y extranjeras. Revolucionario ferviente que tuvo que emigrar a Estados Unidos durante la guerra de 1895 y en 1899 pronunció el discurso de apertura en el Alma Mater. Falleció el 31 de julio de 1939. |
El 18 de noviembre en la Historia de Cuba |
• 1895 - |
- La Invasión Libertadora en Camagüey: Avanza de Ciego Najasa a Consuegra, en total 8 leguas recorridas. |
• 1771 - |
El Marqués de la Torre |
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 651-652 nos describe los acontecimientos del 18 de noviembre de 1771 en la Historia de Cuba: |
“- Felipe de Fonsdeviela, marqués de la Torre, tomó posesión de la Capitanía General el 18 de noviembre de 1771. Pero el Marqués no había esperado á asumir el mando para comenzar a observar la fortuna que a la Colonia le deparaban sus administradores. Así fue como, en escala que hizo en Santiago de Cuba viajando de Caracas a La Habana, notó y comprendió, en su noble celo por atajar el mal y contribuir al bien, que, por culpa del brigadier Antonio Ayanz de Ureta, gobernador de Santiago, "aquellos moradores estaban sujetos a violencias e insultos, y que el mando se ejercía allí sin el decoro y la circunspección que lo hacen respetable". Semejante juicio, expresado por el mismo Fonsdeviela, reflejó la índole de las inclinaciones de la nueva máxima autoridad de la Isla. |
“El estado de La Habana en particular y el de la Isla en general eran deplorables. La capital de Cuba sólo tenía de ciudad, según la frase del historiador Antonio José Valdés, su denominación y las reales concesiones que la colocaban en ese rango, pues en nada lo parecía en lo material. Y acordes con las necesidades premiosas que en seguida advirtió estuvieron las providencias y tareas del Marqués para encauzar el país por la senda del progreso. Transformó casi por completo La Habana. A él se debieron el primer empedrado de las mejores calles, el ensanche de la urbanización, la sustitución por otras mejores de las casas de guano que aún existían, la ampliación del muelle, la construcción del Teatro Principal, la Plaza de Armas, la Alameda de Paula, primer paseo regular trazado en las playas habaneras, y la Alameda Nueva. |
“Realizó numerosas obras públicas de carácter general, ya dando cima a fortalezas defensivas de las plazas de la Isla, ya levantando puentes sobre los ríos principales, ya cuidando el mejoramiento de los caminos. Recorrió a caballo zonas dilatadas, para mejor conocer y remediar sus necesidades. No se limitó a proteger la agricultura por esos solos medios. Conocía las depredaciones que constituían el patrimonio de los llamados visitadores de los partidos, y abolió la funesta práctica de nombrarlos, fundando su resolución en que los que obtenían semejantes comisiones no se ocupaban sino en hacer a los habitantes víctimas de sus violencias y rapacidad, "siendo lo más sensible que los excesos y desórdenes públicos quedaban de ordinario sin corrección ni reforma". |
“Se dejó llevar de afán en afán. Se interesó por la fundación de poblaciones tan bien asentadas como Güines a la par que, atendiendo a la importancia que debía darse al cultivo del tabaco, creó la jurisdicción de Filipina. Combatió y persiguió el contrabando. Buscó ventajas para el tráfico mercantil. El primer censo de población oficial se formó en su período de gobierno. La enseñanza recibió impulso e innovaciones plausibles. El marqués de la Torre lo estudió todo, lo removió todo, en términos tales que, al dejar el mando de la Isla en junio de 1777, pudo estar seguro de que en Cuba había señales de regeneración material y social.” |
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