• Santos católicos que celebran su día el 12 de noviembre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Santos Diego de Alcalá y Milián, confesores, Cristino, mártir y Santa Estela, virgen

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Santos Martín I, papa; Cristino, mártir y Nilo, abad Rento y Millón pbro. y Santa Estela, virgen

El 12 de noviembre en la Historia de Cuba

• 1895 -

- La Invasión Libertadora en Camagüey: Avanza de Loreto Vía-ya a Yaya, en total 5 leguas recorridas.

• 1870 -

- Porfirio Valiente y de las Cuevas.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 639-640 nos describe los acontecimientos del 12 de noviembre de 1870 en la Historia de Cuba:

   “Porfirio Valiente y de las Cuevas no tenía aun treinta años -había nacido, en Santiago de Cuba, en 1807- cuando, ocupado con el ejercicio de la abogacía en su ciudad, demostró ser digno discípulo de Félix Varela, cuyas lecciones recibió en el Colegio Seminario de San Carlos de La Habana. En Santiago de Cuba se encontraba el 29 de septiembre de 1836, el día en que el bergantín Guadalupe, de travesía entre Cádiz y La Habana, arribo a aquel puerto, siendo portador de la Gaceta de Madrid en que el general Manuel Lorenzo, gobernador de la plaza, leyó la noticia de que la Reina Gobernadora había restablecido la constitución del estado español. El dictamen de Porfirio Valiente acerca de si debía proclamarse en Santiago la carta fundamental fue solicitado y oído. Su parecer determinó la existencia de un destello de libertad en medio del absolutismo en que el general Miguel Tacón mantenía sumida la conciencia pública.

   “El gobernador Lorenzo declaró vigente en Santiago de Cuba la constitución de 1812. Contra esta novedad se revolvió Tacón. Las corporaciones orientales, de acuerdo con Lorenzo, comisionaron a Valiente para que fuese a Madrid e hiciera llegar hasta el Trono la verdad de lo sucedido en Cuba, pues a todos interesaba dejar sentado que no era aquel un brote en pos de la independencia de la Isla, sino la satisfacción debida a justas ansias de gozar en la Isla de las mismas prerrogativas constitucionales, de los mismos derechos políticos y de las mismas innovaciones liberales que en la Península.

   “Valiente aceptó de buen grado y sin emolumento de ningún género la espinosa comisión. Partió con rumbo a La Coruña en un buque que se dio a la vela el 10 de noviembre de 1836. Llegó a Madrid dispuesto a ser un sincero portavoz de la verdad y de la razón. Las comunicaciones de Tacón, adelantándose a Valiente, le habían cerrado el paso. La Metrópoli, mediante el empleo de subterfugios de toda índole, desconoció prácticamente su carácter de comisionado y tomó de esa suerte el tiempo necesario para que se recibiesen en la Corte noticias del sometimiento de los constitucionalistas de Santiago a la represión taconiana. Y el talentoso agente de los liberales de Santiago de Cuba quedó comprendido en el decreto de extrañamiento con que se apagó el eco del grito de libertad dado por Lorenzo Valiente fue compelido a salir de Madrid y hasta 1840 no pudo volver a Cuba.

   “Con ideas y conocimientos adquiridos durante su obligada emigración en países de Europa y América, y ya perfectamente consolidado en él el pensamiento de contribuir por todos los medios asequibles a la creación de la nación cubana, colaboró en los empeños revolucionarios que precedieron al muy glorioso iniciado en 1868. Sin titubeos ni dilación se adhirió al nuevo movimiento emancipador, a cuya preparación había cooperado tanto con su acción como con escritos liberales publicados en periódicos y libros en su país y en el extranjero. La Revolución lo nombró plenipotenciario de Cuba en París y Londres. Pero sus males físicos lo obligaron a retirarse a la isla de Jamaica, y en Kingston, el 12 de noviembre de 1870, dejó de existir.”