• Santos católicos que celebran su día el 19 de marzo:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

San José, Patrono de la Iglesia Universal, San Quinto, mártir y Santa Quintila, mártir

- En el Almanaque Campesino de 1946:

El Patriarca San José, San Quinto, mártir y Santa Quintila, mártir

• Natalicios cubanos:

Cortina Sotolongo, José Antonio: -Nació en Guanajayabo el 19 de marzo de 1852 y murió el 14 de noviembre de 1884. Comenzó sus estudios en Cárdenas, siguió en La Habana y se graduó en Derecho en España. Viajó por Europa, regresando a La Habana en 1874 fundando tres años después la “Revista de Cuba”, mensual de ciencias y literatura que alcanzó gran renombre fuera del país y tribuna aquí de los más altos valores cubanos. Escribió versos y fue elocuentísimo orador, miembro del Partido Autonomista y Diputado.

El 19 de marzo en la Historia de Cuba

• 1896 -

- Combate de Cayajabos entre las fuerzas cubanas al mando de Pedro Delgado y los batallones españoles de San Quintín y Garellano.

• 1828 -

- Primera sesión celebrada por el Ayuntamiento de San Cristóbal de la Habana y El Templete de La Habana.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 163-164 nos describe los acontecimientos del 19 de Marzo de 1828 en la Historia de Cuba:

   “La villa de San Cristóbal de la Habana fue trasladada en definitiva para las inmediaciones del Puerto de Carenas en 1519. La memoria de la primera sesión celebrada por el Ayuntamiento en el principio real de la ciudad de La Habana hubiese acaso desaparecido de no haberse ocupado en 1754 el capitán general de la Isla, Francisco Cagigal, en recoger y perpetuar de manera ostensible la tradición. La iniciativa de aquel gobernante estuvo fija en el porvenir. Gracias a ella, pasó a la posteridad una versión que, de otra manera, pudo experimentar transformaciones o extinguirse por obra del tiempo.

   “La previsión fue más lejos tres cuartos de siglo después de hacer erigir Cagigal de la Vega la columna en que se inscribió la tradición de estar en las inmediaciones de la Plaza de Armas el lugar donde se dijo la primera misa y se celebró el primer cabildo de La Habana. Bajo el mando de Francisco Dionisio Vives, que prestó su apoyo a la idea, el Ayuntamiento puso empeño en realizar una obra durable. En sesión de 15 de junio de 1827 el Alcalde-Presidente apuntó la necesidad de atender a la conservación del monumento levantado por Cagigal de la Vega. El cuerpo municipal, penetrado del deber en que se hallaba respecto de aquel punto, acordó procedes a lo que era conveniente para decorar la columna y despejar sus alrededores de las casillas de tablas que constituían un desdoró del paraje. El pensamiento de alzas allí un monumento de mayores dimensiones tomó entonces cuerpo y existencia.

   “El ayuntamiento de La Habana acordó fabricar un edificio que sirviese de monumento duradero. En el propio año de 1827 puso manos a la obra, llamada desde luego Templete. En su ejecución tomaron parte principalísima Antonio María de la Torre y Cárdenas, secretario del Gobierno General, y José Rodríguez y Cabrera, regidor del Ayuntamiento. Debió de haber mucho interés en terminar en seguida el Templete, pues pocos meses más adelante se llevó a cabo su inauguración. En una lápida fijada en la parte alta y al centro del frente del edificio se consigno esta inscripción:

   “"Reinando el Señor Don Fernando VII, siendo Presidente y Gobernador Don Francisco Dionisio Vives, la fidelísima Habana, religiosa y pacífica, erigió este sencillo monumento decorando el sitio donde el año de 1519 se celebró la primera misa y cabildo: el Obispo Don Juan José Díaz de Espada solemnizó el mismo augusto sacrificio el día diez y nueve de marzo de mil ochocientos veinte y ocho."

   “El 19 de marzo de 1828, en efecto, se inauguro el Templete de La Habana. Hubo con tal motivo tres días de fiestas, de que dio cuenta circunstanciada el periódico oficial. El Ayuntamiento se ocupó en reunir a todas las corporaciones y personas distinguidas de la ciudad alrededor del monumento consagrado a perpetuar hecho tan importante como el del principio de la vida del ayuntamiento de la villa de San Cristóbal de la Habana sobre el mismo suelo en que se perpetuó.”