• Santos católicos que celebran su día el 28 de diciembre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

Los Santos Inocentes, San Troadio, mártir y Santa Teófila, virgen y mártir

- En el Almanaque Campesino de 1946:

Los Santos Inocentes, mártires, San Troadio, mártir y Santa Teófila, virgen y mártir

• Natalicios cubanos:

Cisneros, Francisco Javier: -Nació en el 28 de diciembre de 1836 y falleció en Nueva York el 7 de julio de 1898. Escritor, revolucionario e ingeniero. Al estallar la guerra de los Diez Años dirigía “El País” y tuvo que emigrar a Estados Unidos. En 1869, formó parte de varias de aquellas famosas expediciones que traían armas y municiones para los combatientes; en 1871 publicó en Nueva York “La verdad histórica sobre los sucesos de Cuba”. Colaboró en “El Mundo Nuevo”, en donde reprodujo su estudio técnico “Vías estrechas”, leído en la Sociedad de Ingenieros de Nueva York. De esta capital pasó a Colombia en trabajos de su profesión, habiendo alcanzado éxitos y el homenaje de aquella sociedad.

El 28 de diciembre en la Historia de Cuba

• 1895 -

- La Invasión Libertadora regresa a Matanzas: Avanza de Indio (distrito de Cienfuegos) a Triunfana (distrito de Colón), en total 5 leguas recorridas.

- La Invasión en la zona de Cienfuegos.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 731-732 nos describe los acontecimientos del 28 de diciembre de 1895 en la Historia de Cuba:

   “En medio de la inmensa ola de fuego en que se halló envuelta la región matancera en las postrimerías de 1895 la columna invasora realizó nuevas marchas y contramarchas de importancia. Los ilustres campeones que se encontraban al frente de la hueste insurrecta no desperdiciaron coyuntura alguna para asegurar el buen éxito de la causa revolucionaria. Eran días de una gravedad extremada para los combatientes. La actividad reflexiva del cubano estaba llamada a provocar, ya merced a empeños enérgicos, ya gracias a estratagemas de fina ley, tropiezos y caídas de consideración para los servidores de la integridad colonial.

   “A la obra de devastación que llegó a su colmo el 24 de diciembre de 1895 sucedió la ejecución del plan que comenzó con una falsa retirada y quedó encauzado con un movimiento de avance eficaz. Maceo tomó el camino de la Ciénaga de Zapata. Existía la necesidad imperiosa de establecer convenientemente un hospital de sangre. Pero había aún algo más premioso: se pretendía simular una retirada con apariencias de definitiva. Y este secreto lo fue por igual para el enemigo y para muchos, por no decir la totalidad, de los componentes del ejército invasor.

   “"Encerrado Maceo en una reserva absoluta -contó el general Miró-, a nadie le comunicó el móvil verdadero de aquella marcha retrógrada, que para todos nosotros tenía el aspecto del último acto de la campaña de invasión. En muchos corazones despertaba júbilo inmenso; especialmente los orientales, al verse caminantes de cara al Sol durante las primeras horas del día, se entregaban a las más risueñas esperanzas, creyendo que muy pronto volverían a recorrer el país natal, la tierra encantadora de Oriente, donde habían dejado la mitad de su existencia: los amores de la juventud, los lazos de la familia, las prendas del alma y el hogar con sus dulces atractivos; ¡cuán lejos estaba el retorno, y qué de vicisitudes nos reservaba el misterioso porvenir!"

   “De jornada en jornada, bajo tales ideas, el invasor tuvo refriegas de relativa importancia, marchó por los vericuetos de la Ciénaga de Zapata y llegó, ya el 27 de diciembre, a vivaquear en el distrito de Cienfuegos. Pero la próxima correría inició el nuevo y decisivo avance de la intrépida columna libertadora. El 28 de diciembre de 1895, vuelta otra vez la cara al Poniente, tomó el camino de la conquista de las comarcas occidentales. La falsa retirada concebida por el Lugarteniente había cesado. Los pasos del soldado libertador se dirigían, de modo efectivo y resuelto a pasear por el resto de la Isla la bandera de Cuba libre.”