26 de Septiembre |
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Iglesia del Cotorro. |
• Santos católicos que celebran su día el 26 de septiembre: |
- En el Almanaque Cubano de 1921: |
Santos Cipriano, mártir y Nilo, confesor y Santa Justina, mártir |
- En el Almanaque Campesino de 1946: |
Santos Cipriano, mártir y Nilo, confesores y Santa Justina, mártir |
El 26 de septiembre en la Historia de Cuba |
• 1896 - |
- Tumbas de Estorino. |
Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 545-546 nos describe los acontecimientos del 26 de septiembre de 1896 en la Historia de Cuba: |
“La jornada de Antonio Maceo en el extremo occidental de Vuelta Abajo había sido feliz y brillante. La excursión del General hasta la península de Guanahacabibes resultó provechosa por todos conceptos. La recepción de los pertrechos traídos por Juan Rius Rivera se llevó a cabo sin interrupciones lamentables. La cooperación de las fuerzas de Manuel Lazo no pudo ser más eficaz. El esfuerzo de los emigrados a quienes se debía la valiosa expedición se había salvado. |
“El 23 de septiembre de 1896 las huestes insurrectas partieron de Remates de Guane. La primera jornada quedó rendida en Montezuelo. En Montezuelo chocaron españoles y cubanos. Allí fue estrenado el cañón neumático que manejaba el ingeniero José Ramón Villalón. Los libertadores mostraron su vitalidad en la acción de Montezuelo, donde combatieron contra los batallones del coronel San Martín. El día 26 se dirigieron a Tumbas de Estorino. |
“Tumbas de Estorino era un lugar cultivado, ubicado en la Cordillera de los Organos. Pedro Murias había fomentado allí excelentes tabacales. Los pinos de sus inmediaciones hacían alegre y saludable el paraje. Por lo demás, por lo que tocaba al momento que corría, en Tumbas de Estorino se concentraban tropas españolas, cabalmente colocadas en el camino elegido por Maceo para avanzar, de Oeste a Este en Pinar del Río. |
“Así estaban las cosas al situarse las huestes insurrectas en Tumbas de Estorino el 26 de septiembre de 1896. ¿Que ocurriría inmediatamente? ¿Cuáles eran las novedades que aguardaban a los patriotas comandados por el Lugarteniente General del Ejército Libertador? ¿Cómo lograrían los servidores de Cuba salir triunfantes de tan complicada y estudiada trama? Desconcertantes eran las interrogaciones que por el momento se abrían a la vista de todos. Pero no había razón para abrigar temores ni zozobras. Las armas y municiones procedentes de la expedición de Rius Rivera daban a Maceo y sus seguidores renovada seguridad para afrontar el peligro y esperar la victoria. |
“Entre los días finales de Puerta de la Muralla, después de llegar a Maceo el mensaje de Estrada Palma pasado por manos de Perfecto Lacoste y Andrés Sánchez Amaro, hasta las nuevas horas de Tumbas de Estorino, cuando ya las cartucheras libertadoras estaban repletas de balas procedentes de la expedición de Rius Rivera, se habían producido enormes sensaciones en el ánimo de Antonio Maceo. Las incertidumbres e inquietudes quedaban atrás. El tiempo y las circunstancias entonces presentes permitían al General sentirse en su elemento: eran tiempo y circunstancias propicios a la pelea, y en las filas cubanas había con que pelear. El nombre de Tumbas de Estorino iba unido a semejante estado de alma.” |