• Santos católicos que celebran su día el 16 de octubre:

- En el Almanaque Cubano de 1921:

La Pureza de la Santísima Virgen, Santos Florentino, obispo y Galo, confesor y Santa Máxima, virgen y mártir

- En el Almanaque Campesino de 1946:

La Pureza de la Santísima Virgen. Santa Eduvigis, viuda y Santos Florentino, obispo y Galo, confesor y Adelaida, Máxima, virgen y mártir

• Natalicios cubanos:

Villoch, Federico: -Nació en Ceiba Mocha el 16 de octubre de 1868. Escritor y comediógrafo popular. Su producción de circunstancias para el teatro pasa de los cuatrocientos títulos. Viajó por Europa y reunió sus impresiones en “Por esos mundos”, “Sensaciones de París”. Como poeta publicó “De la vida”, “A lo diabla”, “Poemas del arroyo”. Cultivó con finura y gracia el género satírico y picaresco.

El 16 de octubre en la Historia de Cuba

• 1877 -

- Muerte de Eduardo Machado y Gómez.

Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 585-586 nos describe los acontecimientos del 16 de octubre de 1877 en la Historia de Cuba:

   “Eduardo Machado y Gómez nació, en Santa Clara, el 20 de octubre de 1838. Los treinta años que siguieron a esta fecha pasaron para Cuba entre esperanzas fallidas e intentos frustrados en torno a su estado políticosocial. En el curso de la segunda parte de un período histórico tan azaroso, Machado dio señales de ser un varón sobresaliente por su capacidad intelectual, puesta en acción en estudios serios, en viajes útiles, en la adquisición de varios idiomas y en la publicación de escritos medulares. Su intervención en los esfuerzos colectivos enderezados a mejorar las condiciones de vida de esta Antilla habló de su capacidad cívica.

   “El fracaso de los empeños dedicados a obtener reformas políticas, sociales y económicas para Cuba dejó armado a Eduardo Machado para una lucha mayor. El y los que con él trabajaban en Santa Clara en la obra de variar el régimen de gobierno de la Isla comprendieron, como los demás reformistas cubanos, que necesitaban cambiar de procedimientos para no dejar al país sumido en el desprecio y la explotación que eran tan del gusto de la Metrópoli. En Santa Clara laboró con la mira de organizar una insurrección contra la dominación española. Fue uno de los miembros de la Junta Revolucionaria. El 6 de febrero de 1869 figuró entre los directores del movimiento rebelde iniciado en San Gil. Allí pasó a integrar con Miguel Jerónimo Gutiérrez, Arcadio S. García, Tranquilino Valdés y Antonio Lorda la Junta de Gobierno, encargada de regir las actividades separatistas de la región villareña.

   “Machado participó en las tareas encaminadas a lograr la unidad de los grupos revolucionarios de la Isla. La solución de Guáimaro tuvo su apoyo. Fue miembro de la Asamblea Constituyente y de la Cámara de Representantes. En la Asamblea su palabra guió. En la Cámara su pensamiento y su acción contribuyeron a dar contenido jurídico a la rebelión contra el poder colonial y a sostener los principios democráticos que habían triunfado en los acuerdos de Guáimaro. En la lucha entre el Poder Legislativo y Carlos Manuel de Céspedes él fue uno de los ardorosos adversarios del Presidente, a cuya exoneración coadyuvó con su palabra y su voto.

   “En la vida de la Cámara de Representantes estuvo fuertemente vinculada la actividad políticorrevolucionaria de Eduardo Machado. La Cámara lo honró con reiteración: de ella fue secretario y presidente. Su inquebrantable adhesión a la República se exhibió plenamente en el seno de aquel cuerpo, sujeto a todas las vicisitudes de una guerra despiadada y a las inclemencias de los campos de Cuba. Y esto más: el legislador trashumante, como el historiógrafo Pánfilo D. Camacho llamó á Eduardo Machado, tuvo que afrontar los peligros extremos de la lucha bélica. En Arroyo Colorado, en la jurisdicción de Puerto Príncipe, se hallaba, formando parte de una pequeña fuerza cubana, cuando, el 16 de octubre de 1877, herido de bala, fue ultimado a machetazos por los enemigos de su causa.”

• 1846 -

- Hubo una gran bulla en la calle de San Juan, (después llamada Tenerife) Barrio de Guadalupe, La Habana, siendo Capitán Matías Barranco, con motivo de que una morena llamada Juana Jánregui, dio aviso de que había visto la efigie de una Santa detrás de la puerta estando la casa cerrada; cuya noticia se propagó, y habiendo oficiado el Sr. Capitán General, el Juez Pedáneo por ser demasiado el escándalo, tuvo el Gobierno que enviar tropas para contener el pueblo que ansiaba ver al Santo o Santa, y duro esto tres o cuatro días, siendo muchas las personas que venían del campo a la novedad.